Hemos comenzado comprando los acrílicos, aumentando esta vez un poco la gama sobre los primarios. Hemos elegido de Vallejo 2 rojos: uno de quinacridona (como un magenta oscuro) y un rojo carmín (más cálido), dos azules: un azul phtalo (como un ultramar) y un azul prusia (más verdoso), un amarillo cadmio y el blanco. De momento no vamos a usar el negro.
Alberto ha dedicado la sesión a encajar el dibujo. Como tiene un estilo muy geométrico y estructurado he aumentado con él la exigencia en su construcción. Hemos revisado las líneas verticales y las líneas medias de cada elemento para que las botellas no "se le caigan", y también las relaciones entre elementos y la línea de horizonte.
Andrés ha solucionado el dibujo a su manera, en su estilo, y ya ha entrado en la pintura. Con él la insistencia y la atención la pongo más en el color y en la aplicación de la pintura, que aunque todavía tiende a ser desmañada, ya se va notando un cierto control.
Antonio sigue con su lagarto de tramas que lo tiene aun sin terminar. El próximo martes se unirá al bodegón.
En un momento de la mañana, Andrés y Antonio se han sumado a la propuesta de una alumna, que como trabajo de investigación ha planteado un graffiti abierto a la participación de quien quisiera. Les ha gustado. A Antonio le he visto especialmente entusiasmado. Es una pista.. La asignatura de pintura mural, si coincidimos en horarios, podría ser una buena alternativa para él para el próximo curso, y también para Andrés, que normalmente tan tímido, se ha lanzado hoy al spray con muchísima decisión.
Andrés y Antonio colaborando en el graffiti
Bodegón de Andrés
Bodegón de Alberto





No hay comentarios:
Publicar un comentario