miércoles, 4 de junio de 2014

13-20-27.05.2014


Estas últimas sesiones, Marina las ha dedicado a intentar terminar lo más posible su dibujo. Hablando con ella en clase, nos sorprendíamos del acierto de haber planteado su trabajo a tan largo plazo. Hay que decir que Marina se ha pasado medio curso aproximadamente, dibujando y redibujando la misma figura, la Venus de Milo.

Viendo el resultado de este proceso, le proponía que a la entrada del nuevo curso comenzase un nuevo dibujo, y que trabajara sobre él todo o casi todo el curso mientras el primero reposa, para volver a mirarlo y retomarlo una vez pasado el curso.
Para ese momento ya será otra su experiencia. Verá otras cosas que ahora mira sin casi saber.

Hay una dedicación fija y prolongada en este dibujo de Marina, a partir de la que va adquiriendo nuevas facultades, unas veces ganadas de forma espontánea, pero otras a base de esta práctica continuada, a base de probar y corregir. Es lo que ahora vemos en el dibujo de Marina.

Mario y Miguel Ángel van por otro camino. El de Miguel Ángel se ha perfilado muy claramente hacia el dibujo al natural. Sus apuntes ganan en viveza, mientras que sus dibujos de estatuas la pierden. Además hay un interés manifiesto hacia el desnudo femenino, que en las estatuas no aparece.

Mario, se queda en un lugar intermedio, le interesa el modelo desnudo, pero también saca partido de las sesiones de trabajo a partir de estatua. Sobre todo la estatua parece ofrecerle un espacio de improvisación más amplio que el modelo desnudo, en razón del margen de tiempo tan reducido que hay entre pose y pose, mientras que con una estatua se puede extender cuanto tiempo quiera y sin prisa.

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