Esta semana nos hemos trasladado desde las aulas de pintura de la Facultad de Bellas Artes hasta la antigua Tabacalera de Madrid, donde hemos comenzado a pintar dos murales.
Ayudados por Domiciano, profesor de Pintura Mural de la Facultad, nos hicimos con todo el material necesario para comenzar a trabajar. En este caso, la exigencia de la Tabacalera era emplear pintura que dejase transpirar los muros. Domiciano nos explicó en su propia clase, qué pigmentos emplear y el modo de mezclarlos con acetato de polivinilo en un volumen tal que no deje opaca la pintura. A ese efecto le llamó pintura "piel", es decir, pintura que al igual que la piel, permite el paso de la humedad de adentro a fuera y viceversa.
Esta primera sesión la dedicamos a probar el funcionamiento del dibujo sobre la pared a base de grafito y carboncillo, directamente, sin boceto previo. Como se ve en las fotos, nos repartimos los murales entre dos grupos de tres personas por muro. En uno de ellos empleamos un andamio para poder llegar a las partes más altas.
Una vez planteado el dibujo sobre los muros, comenzamos a probar algunos colores diluyéndolos en agua para que el resultado sea lo más transparente posible.
Uno de los murales justo antes de comenzar a pintar.
Itziar Martín, Marina Solana y Marta Páramo.
Dibujo de Marina
Justo, M. A. suesta y M. Batanero.
Dibujos de M. A. Suesta sobre el muro.
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